miércoles, 23 de julio de 2008

Increíble pero cierto: salió el sol y los Serrano triunfan en Finlandia

Esta es una foto del jardín a primera hora de la mañana. Como suele ser su costumbre, Ana se despertó sobre las cuatro y ya era totalmente de día. Las nubes parecían batirse en retirada hacia el norte y del sur venía un cielo despejado estupendo. Como se puede ver, el jardin se confunde con el bosque y es que aquí sólo hay cierres, siempre vegetales y bastante livianos, con las parcelas vecinas pero no hacia el fondo. Igualito que lo nuestro.



Tras dos días y medio de nubes y chubascos amaneció soleado. Nos estimuló tanto que a las diez de la mañana (Javi, chapeau por resolvernos el enigma de la eñe) ya estábamos levantados, desayunados y listos para iniciar la jornada. Pese a nuestro natural madrugador, los dos días anteriores se nos habían pegado las sábanas. Optamos por bajar a Tampere en bicicleta (unos 7 kilómetros) ya que existe carril bici por todos los sitios y así nos evitábamos andar a vueltas con el coche o el autobús. Fue una buena elección, sobre todo a la ida ya que más bien es cuesta abajo. Por lo demás, la ciudad está llena de aparcamientos para bicicletas y no parece que haya riesgos de robos (eso, y el candado que tienen incorporadas). Aquí está Ana haciendo patria de camino con la camiseta del Kumano Kodo 2010, lista para partir pedaleando.


Lo más entretenido del día fue la visita al museo del barrio obrero de Amuri, una curiosa experiencia en Tampere de viviendas para los currantes en las que se compaginaban zonas comunes y particulares. Fue un barrio de casas de madera que empezó a construirse en 1882 y permaneció en ruta hasta 1973. Llegaron a ser 29 manzanas con 5.300 habitantes. Cada una de las manzanas constaba de una serie de casas de una altura formando un rectángulo con cuatro puertas y en el centro una sauna y otras instalaciones comunes. En cada bloque había una serie de viviendas, cada una con una cocina común en el centro y cuatro habitaciones en los extremos; en cada habitación, de unos 15 metros cuadrados, vivía una familia entera. Obviamente no había intimidad, pero al menos tenían lo indispensable y cada cuarto contaba con una chimenea alimentada desde la cocina común, algo vital aquí. Anotad el dato: pese a la estrechez, en muchas habitaciones-vivienda había algún realquilado. Para los amantes de las anécdotas. De dónde viene el nombre de Amuri?. Muy sencillo. En la ciudad siberiana de Amuri, situada en las quimbambas, se estableció en la década de 1860 una colonia de gente de Tampere. Al construirse este barrio, como estaba entonces lejos del centro se le dio el nombre de Amuri. Hoy está en el corazón de la ciudad.En los años 70 se planificó la rehabilitación del barrio consistente en cargarse todas las casas de madera y hacer bloques de pisos, xeitosos y con muchas zonas verdes pero bloques, al fin y al cabo. Afortunadamente, tuvieron la magnífica idea de mantener una manzana y convertirla en museo. Cada casa mantiene los muebles de una etapa determinada, junto con los enseres de cocina, ropa, fotografías y tal, lo que te permite hacerte una idea de cómo vivían. Pese a sus estrecheces, nada que ver con lo que podía ser la situación de la clase obrera española en momentos similares. También se han mantenido algunos comercios (panadería, mercería) y juguetes de los niños. Ana aparece en la foto con un coche de niño de los años 30 de lo más gracioso.
Lo más llamativo nos ocurrió al final. Una de las guías del museo, Hanelle, se dirigió a nosotros en un buen español, para nuestra sorpresa. No sabemos si existe un español que sepa finés, pero desde luego no lo conocemos. Tened en cuenta que aquí los chavales además del finés estudian sueco (por motivos políticos, ya es que un idioma cooficial que se habla en la zona del mar Báltico y en las islas Alland, que en su día fueron suecas) y también inglés, en la práctica el segundo idioma del país. Por tanto, para ella era el cuarto idioma. Esta chica ha visitado en varias ocasiones España y charlamos con ella un rato sobre sitios interesantes para visitar. Nos dejó de piedra cuando nos dijo que el español era ahora mismo un idioma de moda en Finlandia que mucha gente había empezado a estudiar. Motivo, ni mucho menos el interés por nuestro paìs ni el trabajo que pueda desarrollar el Instituto Cervantes. La causa radica en que la serie de TV Los Serrano ha tenido un éxito espectacular y generado un gran interés por España. Cousas veredes.
Tras semejante mazazo decidimos recuperar fuerzas en el Market Hall, que data de 1901. Además de un mercado con todo tipo de productos y una arquitectura interesante existen también puestos con comida preparada que puedes consumir allí o llevarte. Por haber había un puesto de máquinas tragaperras, superconcurrido. También los hemos visto en los supermercados. Este era un puesto de pescado prácticamente monotemático: salmón, salmón y salmón, éso sí con una pinta bárbara. Ya lo hemos probado en varias versiones y está muy bueno, a pesar de que en España no lo solemos tomar. Es muy distinto. Tomamos un tentenpié y lo acompañamos como bebida con una especie de jugo de grosellas, de sabor agradable pero tan fuerte que era preciso rebajarlo con agua. Vimos también unas salchichas negras, semejantes a nuestras morcillas, que Hanelle nos dijo que eran típicas. Un día de estos las probaremos.

Para rematar nos fuimos, siempre andando, a conocer el parque Pyynikki, en un extremo de la ciudad, donde existe una torre desde la que se contempla una panorámica general. Es un lugar agradable, a trozos parque y otros casi un bosque, lleno de gente paseando, haciendo footing o paseando perros. También hay una playa sobre el lago Pyhäjärvi con una enorme explanada de hierba para tomar el sol. Como veis en la foto, hoy estaba a rebosar, aunque nada de topless que son muy recatados, igual que en Suecia.

Nosotros también hicimos un alto en el camino para disfrutar un rato. Probamos unos dónuts recién hechos y deliciosos de la misma cafetería de la torre pues al parecer son típicos. Desde la torre se ven claramente los dos lagos de Tampere, que están unidos por un rio. En este, el Pyhähärvi (toma nombrecito), hay unas islitas a las que se puede llegar en un barco, tipo los de Cangas. Un día iremos.

En esta completita jornada también dimos un paseo por el área de Finlayson, lo que en su día, a comienzos del XIX, fue una gigantesca fábrica de algodón y productos textiles con 3.000 obreros. A principios del siglo XX se valoraba como una novedad importantísima que llegaron a dar a los trabajadores tres días de vacaciones pagadas. Era casi una ciudad dentro de Tampere, con su propia tienda, donde se manejaba dinero propio de la fábrica, hospital, escuela, etcétera. Ha sido reconvertida en zona de ocio y cultura, con locales nocturnos, tiendas, museos (del espionaje, de la máquina de vapor, etc.), en lo que se conoce como centro comercial Siperia. Fue solo un vistazo, pero la idea es volver. En la ciudad existen varias chimeneas industriales como la de esta factoría, herencia sin duda del pasado de Tampere como principal centro fabril de Finlandia, dedicado sobre todo al textil: lino, algodón...etc. Para los que no lo sepan, a 12 kilómetros está el pueblo de Nokia, del que no es preciso decir que fábrica acoge; fuimos hasta allí el otro día pero no hay nada que contar. No tiene el menor interés.
Nos ha llamado la atención la cantidad de museos que existen en esta ciudad pese a que solo cuenta con 200.000 habitantes. Para nuestros esquemas no parece proporcionado. El de hoy lo disfrutamos con un librito en francés que nos permitió enterarnos de casi todo; no sabemos como es la cosa en los demás.
Y de vuelta a casa, un rato de retozo al sol ya de poniente pues hoy no toca sauna. La probamos ayer después de algunas dudas y resultó muy placentera, más de lo que esperábamos, pero las instrucciones indican que lo adecuado son dos o tres veces por semana. Eso sí, no tuvimos en cuenta los consejos de los Ahonen: aseguran que en Finlandia la costumbre es ir a la sauna con cerveza fría y algo para picar. Sorprendente.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Has dicho que las "nubes se batían en retirada"??? Cuán cultos son tus vocablos estimado progenitor...
Leer mi email, porfa porfa porfa!

Bikos!

Milena dijo...

Qué chulo todo....y por qué no probar la sauna con una cervecita?
muakis

Unknown dijo...

ke bien lo habeis escrito y ke bien os ha kedado el relato de la visita a Tampere! Vivo aquí y ha sido un placer leer tan realistas lineas y en español!!! jaja! Salud! Laura