viernes, 1 de agosto de 2008

Del Pyhätunturi a la ciudad de Alvar Aalto (Laponia y II)

Antes de iniciar el descenso desde Laponia hacia la zona de los lagos, algo siempre relativo en Finlandia donde, en realidad, todo el territorio está horadado de lagos, hicimos un desvío de unos 50 kilómetros para acercarnos al Pyhäntunturi, una altura de poco más de 500 metros. Lo que no sería sino un montecito en otros sitios, aquí es casi una cumbre; de hecho, es la mayor que hemos visto hasta ahora y la han aprovechado para hacer una estación e esqui ya que nieve, desde luego, no les falta. Está todavía dentro del Círculo Polar y fuera de las rutas habituales, por lo que el único tráfico es el que generan visitantes y veraneantes ya que prácticamente no hay pueblos. Por este lugar abundan las cabañas de alquiler y los apartamentos donde están familias de vacaciones. De los dos telesillas que funcionan en invierno para la práctica del esquí sólo uno estaba en activo, pero fue suficiente. Subimos arriba provistos de jerseys y, pese al buen tiempo, fue lo acertado. Corría un airecillo de montaña que, sin embargo, no nos impidió disfrutar de la vista de un paisaje casi eterno: una llanura inmensa repleta de bosques donde lo único que rompe la monotonía son los inevitables lagos. Este es el inmenso territorio de los "sami", los esquimales de esta zona. Las fotos dan una idea, pero en este caso se quedan cortos al lado de ojo humano. Después de esta visita nos tocó sortear numerosos renos que aparecían a cada momento en la carretera. Éso sí, ellos a lo suyo, tan tranquilitos, sin correr ni apartarse. Así que tocaba pararse y esperar a que los señoritos tuvieran a bien hacerse a un lado al cabo de un rato. Hicimos un alto en Rukka, otra estación de esqui, y paramos a cenar en Kajaani en un restaurante de la plaza principal que tenía un bonito ayuntamiento de madera sin ver otro restaurante español (llamado "El Torero") que estaba justo donde aparcamos el coche. No nos apetecia pero tenía la ventaja de que la carta la ponían también en español y en los demás tenemos que investigar.
El miércoles, dedicamos parte de la jornada a dar una vuelta por Jyväskyla, localidad natal de Alvar Aalto (1898-1976), maestro de la arquitectura finlandesa y europea, amigo de Le Corbusier, Calder y demás. La ciudad es una más en la línea de lo que son en este país, pero tras algún esfuerzo localizamos el museo donde se revisa su vida y obra. Fue muy interesante comprobar la inteligencia y la anticipación de una persona que en su momento rompió moldes, y que además de la arquitectura dejó huella en el campo del diseñ0 y que mostró una especial preocupación por la iluminación de los edificios que creó buscando la luz, lo cual en el largo invierno finlandés tiene su mérito. Tenía una visión integral de sus obras y por éso diseñaba también en ocasiones el mobiliario de las mismas. Una idea ya teníamos pues el lunes habíamos parado en Seinajöki, una ciudad media donde Aalto construyó un complejo que incluye una iglesia (en las fotos, aspecto exterior y su interior realmente luminoso), pero también varios edificios civiles.
El interior, muy sencillo, tenía como único detalle ornamental las lámparas colgantes en fila a los dos lados de los bancos. Por lo demás, el protagonismo se lo lleva una cruz de madera sin Cristo y, sobre todo la luz y el blanco de las paredes. Se trata de un templo de la iglesia luterana finlandesa.
En concreto, una biblioteca, un teatro y el edificio del ayuntamiento. En la siguiente imagen un aspecto del curioso jardín en terrazas que rodea la casa consistorial por uno de sus laterales por lo que luego pudimos comprobar bastante habitual en las obras de Aalto.
El museo que recrea su obra fue diseñado por él mismo al igual que el campus universitario en el que se encuentra y también un museo vecino sobre la historia de la región central de Finlandia. Es muy curiosa una panoplia con el esquema de las sillas inventadas por Aalto; hoy nos parecen casi corrientes, pero datan muchas de ellas de las décadas de los años veinte y treinta, cuando con seguridad eran rompedoras.
Puede llamar la atención la existencia de tanto museo, pero aquí los encontramos por todas las esquinas. En Tampere existen nada menos que 38 y en cada pueblo que atravesamos siempre vemos la señal que los identifica.
El día anterior, en Kemijärvi, todavía en el Círculo Polar, localizamos uno dedicado a la vida tradicional rural entre finales del XIX y la actualidad; era poco menos que un museo casero obra de una familia que poco a poco ha reunido numerosas piezas. En la foto se ve a Juanma saliendo de lo que era el almacén de la leña y aparte mostraban (al módico precio de 2 euros) varios edificios tradicionales con los aperos de labranza y pesca y una vivienda con su mobiliario.
Dejamos para el final la visita a Kuopio, ciudad donde hicimos noche . Llegamos al hotel casi a la una de la mañana porque no fue fácil de localizar, aunque todavía no era noche total. Lo más impactante de esta urbe es la torre construida en la colina del Puijonmäki, de sólo 235 metros pero sin duda muchos más que la ciudad.
Esta foto nos la hizo un chaval en la terraza de la torre, cuyo ascensor evitamos para ir bajando el desayuno. Hacía bastante viento.
Desde lo alto de la torre, de 75 metros, hay una panorámica espectacular de la comarca. Los lagos en este caso están plagados de islitas y creo que no es necesario añadir nada a las fotografías.
Por lo demás, Kuopio es una ciudad animada, como todas con parques muy agradables, y que cuenta con una universidad que le da vida. La recorrimos con calma, visitamos hasta el interior de su ayuntamiento, un edificio de algo más de un siglo, y llegamos hasta el área portuaria donde estaba este restaurante.Sin embargo, una cosa sorprendente del viaje y la imagen más espectacular nos la encontramos de sopetón todavía en Laponia circulando por la carretera. Quedamos tan sorprendidos que dimos vuelta al coche para ver con calma el espectáculo que ofrecen al viajero cientos de muñecos (en realidad hechos con escobas y prendas de ropa) colocados en un campo. Sin comentarios.

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